martes, 8 de octubre de 2013

LOS CHICOS NO SON MALOS Y LOS REYES MAGOS TAMPOCO


NUEVA TERAPIA ALTERNATIVA ABRE PUERTAS
HIPNOTERAPIA BIOLOGICA


Esa noche del 5 de enero yo estaba muy ansioso, como todo pibe, ya que en algún momento de la noche pasarían por mi casa los Reyes Magos y me dejarían la bicicleta que les había pedido en la carta que escribí unos días antes.






Repasé mentalmente todos los detalles para que todo estuviera bien. Había juntado el pasto para los camellos, pero no cualquier pasto, busqué el más verde y tiernito, como eran 3 los camellos me aseguré que alcanzara para todos y lo puse en una vieja caja de zapatos. Puse agua fresca en una lata de dulce de batata que le había pedido unos días antes al almacenero. Me bañe temprano, repitiendo la rutina de siempre, o sea, paradito en el fuenton de zinc y me tiraba agua que iba sacando del balde con una jarra, me enjabonaba bien con un trapo y jabón blanco, creo que se llamaba “Gran Federal” o un nombre parecido y después me enjuagaba todo junto volcando el resto del agua sobre la cabeza. Puse bien acomodadas las zapatillitas blancas marca “Pampero”, que junto con un par de “Skippys” bastante gastadas de color marrón eran todo mi calzado en esa época, uno para jugar, y las zapatillas para salir.

 A la hora de la cena me comí sin chistar todo el plato de polenta con un poco de aceite, mucho no me gustaba, pero era lo que la vieja podía cocinar, pues lo único que” abundaba era la pobreza”. Me acosté más temprano que de costumbre y me dormí pensando en la “bici”.
Al otro día me desperté y de un salto fui a buscar mi regalo, mi sorpresa fue tan grande como mi decepción; la “bici” no estaba y en su lugar había un paquetito envuelto en papel madera, que cuando lo abrí era una cajita con 6 lápices de colores marca “Faber”, inmediatamente le pregunté a mi mamá si sabia el motivo de esa confusión, ella me miró fijo a los ojos y me dijo “los Reyes son Mágicos y saben todo lo que hiciste, y si no te trajeron la bicicleta es porque te portaste mal”; en ese momento me acordé del día que sin querer rompí un plato mientras lo estaba lavando o sería el día que jugando en la escuela le hice un tremendo siete en la espalda al único guardapolvo limpio que tenía… ¿No se?... ¿ Podrían ser otras cosas?







Pasaron casi 50 años de esa mañana del 6 de enero y lo que sí me había quedado bien en claro era que cuando algo bueno no llegaba a mi vida era porque “me porté mal”, y si llegaba no lo podía disfrutar porque “no lo merecía”.
Gracias a la Hipnoterapia Biológica, hoy puedo entender en forma consciente que esa mañana junto con la cajita de 6 lápices Faber que me dejaron los Reyes Magos dentro de las zapatillas blancas marca Pampero; mi vieja, sin querer, me había dejado un regalo limitante dentro de mi mente no consciente llamado “CREENCIAS” que me acompañó hasta ahora y no me permitía vivir feliz de las cosas buenas que me pasaban.
Afortunadamente existe esta terapia que me ayudó a cambiar esa “CREENCIA LIMITANTE” por otra “CREENCIA POSITIVA” y saber que sí me merezco todo lo bueno que me sucede en la vida y así disfrutarlo plenamente.








“El secreto de la salud está celosamente guardado en cada una de nuestras células. Cada uno de nosotros tenemos la capacidad de descubrir ese secreto. Sólo tenemos que ser conscientes de ese poder”



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