martes, 12 de mayo de 2015

POR QUÉ NECESITAMOS PERDER ALGO PARA VALORARLO???

Me desperté con ganas de orinar; gracias a mi joven cuerpo de treinta y picos de años me permitió de un solo y ágil movimiento  levantarme de la cama y dirigirme al baño; curiosamente no hice nada, volví a la cama y me acosté. Mi mujer, que estaba profundamente dormida, se despertó y sin abrir los ojos me preguntó: ¿ESTÁS BIEN MI AMOR?... yo no le contesté nada, me di vuelta dándole la espalda, ya que estaba enojado por una discusión que tuvimos durante la cena, no recuerdo el motivo,  seguramente  era algo sin importancia. Mi primera reacción fue darme vuelta y abrazarla, pero mi amor propio, mi orgullo, mi enojo, mi estupidez, me hicieron desistir y mantener mi actitud indiferente hacia ella.


Nuevamente sentí las ganas de orinar y me quise levantar, pero ésta vez me costaba incorporarme,  me dolían las articulaciones, a duras penas pude ir al baño y cuando regresé a la habitación mi esposa ya no estaba, sobre su mesita de luz estaba la radio que a veces escuchaba a bajo volumen para no despertarme y  un portarretrato  con su foto y una flor que lo acompañaba. En ese momento me di cuenta de mi triste realidad, ya habían pasado muchísimos años y yo estaba viejo, solo y ya nunca más iba a escuchar ¿ESTAS BIEN MI AMOR?...
¡¡¡Lo anterior había sido solo un sueño¡¡¡
Hubiera dado todo por volver a esa noche, abrazarla y dormirnos juntos, pero ya era tarde. Me puse a llorar desconsoladamente hasta el amanecer, cuando mi amargura comenzó a mezclarse con  el bullicio de los estorninos que anidaban en un árbol que habíamos plantado con mi señora en el jardín de casa.





Desde épocas ancestrales el hombre se enfrenta a una condición, que a menudo, al momento de manifestarse lo sumerge en un estado de infelicidad profunda. Esa condición a la cual nos referimos, es la incapacidad de los seres humanos para poder, muchas veces, valorar las cosas; ya que para valorarlas necesita perderlas.
Mucho se ha hablado y se sigue hablando del porqué “las cosas se valoran cuando ya no se tienen” y éste hecho, fue y es motivo de análisis, estudio y reflexión por parte de diferentes corrientes filosóficas, científicas, libres pensadores y todas las personas que han experimentado esa situación, y la conclusión es que, hay tantas opiniones como cabezas hay en el mundo.
Cuantas veces las personas han expresado su deseo de volver el tiempo atrás y poder así corregir y valorar momentos desperdiciados. Pero eso es imposible, ya que la línea del tiempo es unidireccional y es inexorablemente hacia adelante, nunca hacia atrás.
Entonces, todo indicaría que no existe una “cura definitiva” para esta condición y las personas estarían condenadas a seguir arruinando y perdiendo momentos felices de sus vidas por no saberlos valorar.
Ahora bien, si no existe una cura definitiva lo que sí podemos hacer es tratar de implementar lo que llamaríamos una “vacuna mental”, recordemos que por definición una vacuna es  una preparación de una sustancia que permite la formación de anticuerpos y que tiene la capacidad de generar una respuesta inmune dentro del organismo. Dicha respuesta de ataque permite el desarrollo de una memoria inmunológica que produce, por lo general, inmunidad permanente frente a la enfermedad.
Para lograr éste objetivo debemos recurrir a la maravillosa capacidad que posee la mente de poder retroceder en el tiempo y evocar recuerdos de nuestra vida, como así también adelantarse en el tiempo y crear situaciones imaginarias que todavía no sucedieron. Es decir, podemos en todo momento avanzar mentalmente en el tiempo e imaginar cómo sería nuestra vida sin la compañía de un ser querido, sin salud, sin trabajo y sin tantas otras cosas que a menudo no pueden verse por estar absortos en situaciones superficiales e intrascendentes. Si tomamos como ejemplo el relato inicial, que hubiera pasado si el joven al regresar del baño y al escuchar a su esposa preguntándole “¿estás bien mi amor? “, a pesar de su estúpido enojo, se tomaba unos segundos para imaginarse
como sería su vida dentro de muchos años y poder verse solo, viejo y triste, con toda seguridad que su actitud hubiese sido completamente diferente y se abría dormido feliz abrazado a la persona que amaba y era correspondido.


Todas las personas poseen la capacidad de comenzar a valerse de este maravilloso recurso mental, solamente tienen que aprender cómo hacerlo.
En los Cursos- Taller de Autohipnosis enseñamos una técnica basada en respiración profunda, relajación ordenada y visualización enfocada que nos permite poder valorar cada momento y vivirlo con plenitud y felicidad.



Para mayor información:
hipnoterapiabiologica@gmail.com
www.hipnoterapiabiologica.blogspot.com.ar
En Facebook: Hipnoterapia biológica
Consultorio: Vicente López 1312- Quilmes
Turnos: 1524553939
Dra. Alejandra Bustos - Prof. Daniel Denice

No hay comentarios.:

Publicar un comentario